Como complemento del Autódromo Termas de Río Hondo, ubicado estratégicamente tangente a la entrada a boxes, y próximo a la Línea de Largada, en el extremo Sureste del predio, se proyecta este edificio concebido como contenedor de una infraestructura técnica con tecnología de punta puesta al servicio de la alta competencia automovilística, que permite la preparación y puesta a punto de los vehículos de competición, y que además ofrece, alternando con la competencia profesional, la posibilidad de participación directa del fanático del automovilismo del trabajo previo de los equipos técnicos en la preparación de las máquinas y particularmente poder sentir y disfrutar la adrenalina de la competencia probando en pista y personalmente al volante, previa instrucción altamente calificada, estos vehículos.
Arquitectónicamente el edificio se caracteriza por su simpleza morfológica que propone permanentes contrastes entre un prisma rectangular metálico rojo de doble altura, contenedor del Taller y del Area Social, y volúmenes más bajos, en los que se alojan los servicios y las zonas de exposición, materializados en hormigón a la vista, que se encastran sucesivamente con aquél, resultado de procesos de diseño lúdicos de pliegues y repliegues de pisos, volúmenes y envolventes. Las diagonales de algunos de sus muros acentúan la idea de dinamismo y velocidad contrastando con la simpleza geométrica de la caja roja.
El Ingreso Principal se abre a un espacio de doble altura en el que una escalera dispuesta en forma diagonal se transforma en protagonista del mismo y, a la vez que sectoriza, organiza distintos ámbitos en los que se desarrollan actividades libres como la contemplación del taller, el refrigerio o visitas guiadas como las informativas o instructivas vinculadas a la actividad.
El taller como actividad principal se desarrolla en un espacio central de doble altura con apoyatura de las salas y oficinas técnicas y de depósito en sus costados.
Un movimiento geométrico diagonal abre el espacio del taller al exterior y lo exhibe en una gran vidriera mostrando el trabajo de los mecánicos como un espectáculo. Un plano inclinado en este espacio muestra a los automóviles en exposición como una joya u objeto de placer.
En planta alta se alojan las actividades administrativas que balconean al taller y al sector de ingreso.
En su imagen general el edificio expresa en su diseño una materialidad con alto grado de sofisticación, la precisión de sus líneas y la vanguardia en sus formas evocando el espíritu de la competencia automovilística en constante evolución y desarrollo.